(CNN) — Miles de partidarios del ex primer ministro de Pakistán encarcelado Imran Khan, rompieron este martes las barricadas en torno a la capital y marcharon hacia Islamabad, enfrentándose a las fuerzas de seguridad y exigiendo su liberación.
Las autoridades impusieron un bloqueo de seguridad en el país, apagones de internet y barricadas en las principales carreteras de acceso a la capital para impedir la entrada de manifestantes, después de que Khan convocara a sus partidarios a marchar hacia el Parlamento.
El ministro del Interior de Pakistán, Mohsin Naqvi, dijo a la prensa que los manifestantes podían permanecer en las afueras de Islamabad, pero amenazó con tomar medidas extremas si entraban en la ciudad.
Las últimas protestas se produjeron mientras Islamabad reforzaba la seguridad para la visita oficial del presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, que llegó a la capital este lunes para mantener conversaciones durante tres días con el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif.
Esto es lo que hay que saber.
¿Qué está ocurriendo?
Un convoy de vehículos con manifestantes partió el domingo de la ciudad de Peshawar como parte de una “larga marcha” con el objetivo de llegar a la capital, a unos 180 kilómetros de distancia.
Encabezados por Bushra Bibi, esposa de Khan, y Ali Amin Gandapur, ministro principal de la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa –donde el partido de Khan sigue en el poder–, los manifestantes tenían previsto realizar una sentada en D-Chowk, una gran plaza cercana al Parlamento del país.
Los manifestantes llegaron este lunes a las afueras de Islamabad, desafiando un bloqueo de seguridad de dos días y la prohibición de celebrar concentraciones. Por el camino, la Policía disparó gases lacrimógenos para dispersar a la multitud y bloqueó las carreteras con contenedores de transporte para impedir que avanzaran.
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Un video mostró un puesto de Policía en llamas y varios incendios en la autopista. Reuters informó que 22 vehículos policiales fueron incendiados a las afueras de Islamabad y en otros lugares de la provincia de Punjab.
Al menos un policía murió y varios agentes y manifestantes resultaron heridos en los enfrentamientos, según las autoridades. Médicos del Instituto de Ciencias Médicas de Pakistán dijeron a CNN que habían muerto cinco personas, entre ellas cuatro agentes de seguridad y un civil. Varias fuentes dijeron a CNN que un automóvil les había embestido durante las protestas.
Policías disparan gases lacrimógenos para dispersar a los simpatizantes del partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) durante una protesta para exigir la liberación del ex primer ministro Imran Khan, en Islamabad, el 26 de noviembre. (Crédito: Aamir Qureshi/AFP/Getty Images)
Este martes por la mañana, los manifestantes habían traspasado los límites de la ciudad y una gran multitud se había congregado en el Punto Cero, un distribuidor vial situado en el interior de la ciudad. Luego el convoy se dirigió al Área Azul, el distrito comercial y financiero de Islamabad.
Se podían ver soldados ante los principales edificios gubernamentales de Islamabad, como el Parlamento, el Tribunal Supremo y la Secretaría.
¿Continuarán las protestas?
Naqvi, ministro del Interior de Pakistán, declaró que las fuerzas de seguridad habían sufrido heridas de bala, pero que la Policía estaba “mostrando moderación” con los manifestantes.
Advirtió de que si los manifestantes cruzaban la línea, las fuerzas de seguridad habían sido autorizadas a devolver los disparos, y que podría tomar medidas adicionales, como imponer un toque de queda o desplegar el Ejército.
“Los comandos podrían abrir fuego y no habrá manifestantes allí después de cinco minutos”, dijo Naqvi. “Cualquiera que llegue aquí será detenido”.
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El partido de Khan, Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI, por sus siglas), acusó al Gobierno de hacer un uso excesivo de la fuerza, afirmando que “se dispararon balas contra los manifestantes”, a los que calificó de “pacíficos”. El PTI dijo que unas dos docenas de manifestantes resultaron heridos.
CNN no puede verificar de forma independiente los informes de ninguna de las partes y los cortes de Internet agravaron los problemas de comunicación.
En los últimos días, miles de partidarios de Khan fueron detenidos en las provincias de Punjab y Khyber Pakhtunkhwa mientras las autoridades trataban de impedir la marcha de protesta.
Un simpatizante del partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) intenta devolver gases lacrimógenos lanzados por policías antidisturbios en Hasan Abdal, provincia de Punjab, Pakistán, el 25 de noviembre. (Crédito: Aamir Qureshi/AFP/Getty Images)
Las escuelas de Islamabad y la cercana Rawalpindi cerraron este lunes y martes, y funcionarios y testigos afirmaron que se había interrumpido todo el transporte público entre las ciudades y las terminales, según Reuters.
Kamran Bangash, alto dirigente del PTI, dijo que los manifestantes estaban “decididos y llegaremos a Islamabad”, y añadió que “superaremos todos los obstáculos uno a uno”.
¿Por qué protestan?
Los manifestantes exigen la liberación de Khan y de lo que sus partidarios consideran presos políticos. También quieren que se derogue una nueva enmienda constitucional, que aumentó el poder del Gobierno para seleccionar a los jueces de los tribunales superiores y elegirlos para que traten casos políticos.
Los partidarios de Khan también creen que las elecciones de febrero no fueron libres y justas, y las califican de “mandato robado”.
Khan fue destituido en una moción de censura parlamentaria en 2022 y desde entonces encabezó una campaña popular contra el actual Gobierno dirigido por el primer ministro Sharif, acusándolo de connivencia con los militares para destituirlo.
Soldados paramilitares montan guardia en una carretera bloqueada que conduce hacia el área de la Zona Roja antes de una manifestación de protesta del partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), liderado por el encarcelado ex primer ministro Imran Khan, en Islamabad, el 24 de noviembre. (Crédito: Aamir Qureshi/AFP/Getty Images)
El exjugador estrella de críquet convertido en político populista lleva más de un año en la cárcel y se enfrenta a decenas de causas penales que van desde la corrupción a la filtración de secretos de Estado, todas ellas negadas por él y su partido.
Khan y el PTI –el mayor partido de la oposición del país– siguen siendo populares, y su detención avivó un enfrentamiento ya tenso entre los poderosos militares del país y sus partidarios.
Khan instó reiteradamente a sus partidarios a salir a la calle para exigir su liberación, y en varias ciudades se produjeron brotes de violencia.
Simpatizantes del partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) gritan consignas mientras protestan para exigir la liberación del ex primer ministro Imran Khan, en Hasan Abdal, el 25 de noviembre. (Crédito: Aamir Qureshi/AFP/Getty Images)
Una marcha a Islamabad desde la provincia de Khyber Pakhtunkhwa a principios de octubre exigiendo la liberación de Khan se encontró con bloqueos de carreteras y cortes de telefonía móvil e Internet similares, y terminó en enfrentamientos con la Policía.
Las protestas se producen en un momento delicado para Pakistán, que ha sufrido una oleada de violencia sectaria y atentados de militantes separatistas que han matado a decenas de personas en los últimos meses.
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